Universo Half-Life, símbolo de retroverso

El universo Half-Life para mi es un símbolo de que es opresión, más por sensacionalismo que por entendimiento del juego. La opresión ha sido dominante sobre mi en el mundo que nos ha precedido: el retroverso ha sido negativo a mi entender. La tiranía del ente universal de tirititaje de personalidades en vuelo psíquico es a un hoy activa, se extiende sobre el universo. Half-Life es el icono oportuno.

No sabemos bien cuando empezó la irritación que llevó a la inestabilidad pero necesite un arma. Empecé por las arpías. Ya suprimidas, no sabía si estaban muertas para la eternidad por la duda que me causaba su aspecto necromorfo. Con la llegada del narcotráfico a mí estrato social, me centré en la tropa de avestruces. Esto sucedió antes de lo previsto quizá justo después de notar la presencia de espíritu del demonio con su séquito de percebes avispa gigantes macho, no sabría concretar. El avestruz macho calva ataca cuando está sedienta mordiendo y succionando el pecho con su pico lleno de dientes huecos y vomitando ácido poliinsaturado por la garganta. Esta tropa la dirige la arpía jefe. La jefa delega en elefantes cyborg. Mandos que medios tienen diminutas cabezas y están mancos de las patas delanteras por ello usan cyberprotesis, que modifican para inducir con magias cuánticas a los avestruces a atacar.

El párrafo anterior es una narración que reivindica lo dañino del efecto odisea que nos inducen para tener éxito. Además de una manipulación (mal protagonista), es un foco de estrés. El éxito en mi vida es una enorme ausencia. Por esto, al despejar, se que acertar es ser independiente y mimarse. El espíritu de superación es una gilipollez comparado con el uso de la supervivencia como filosofía. La supervivencia es la única realidad que vive una persona. Un nulo usa de la táctica y el desconocimiento de cual es tu estrategia en las relaciones sociales sin dejar aplicar tu ética es esta realidad. Realidad que solo te puede quitar el demonio y sus percebes dado que requeriría desarrollar un síndrome de Tourette fónico o una sobredosis de drogas de interrogatorio que diese lugar a pseudopensamiento.