Rastafari

Al rey de Etiopia

te digo tu eres la cerda

Martí i Pol el antiguo enigma

la iglesia tu puta.

Con la poesía anterior quiero expresar que rasta no es una oportunidad, es una opción. Me inspire en l'església de Miquel Martí i Pol para escribirla.
El movimiento rasta habla de Dios y vende droga en sus canciones. Te pone próximo al narco. Te ofrece Jah explícitamente, si es que tienes intención de imitarlos.

La única solución la pseudocultura rasta es divulgar que la adicción es una nueva necesidad. Que se incorpora a las necesidades de siempre como comer o respirar. Fumar o beber tóxicos es insalubre y casi nadie le gusta pero en algunos casos crea adicción. Debido a un factor psicológico: la aceptación por parte de un grupo, que tiene como requisito la toxicomanía. Ante la difamación de los rastas a la policía y al concepto público de salud debería haber una resolución gobernativa que los parara. Pero no puede con sus cebos publicitarios: el alcohol es más tóxico que el cáñamo o la comida de origen animal es peor para la salud que el cáñamo.
El verdadero mal de los toxicómanos es su psicopatía pasiva. Tiene roto el umbral del dolor fisiológico o físico. Solo conocen el dolor psíquico, por tanto, se mueven al ritmo que marca el narco. Su personalidad es succionada por la estela del negocio del narcotráfico.
El narcotráfico es un negocio bien estructurado psicosocialmente que aun no teniendo una organización centralizada global conocida.
Quizá otra faceta de la solución es respetar el umbral del dolor de los demás. Sensibilidad que especulo que puedo tener para escribir la entrada y que seguro alguien puede tener aun sea desconocido.
La iglesia mencionada en la poesía es la iglesia católica. No es puta aun que quiera el narcotráfico y siento que corrijo a Martí i Pol porque verdaderamente no es porca, es bendita. Los clérigos que la componen no son criminales por lo que se les puede considerar potenciales revolucionarios en contra de la vejación si no se los discrimina.
Los estanqueros y los tabacaleros miran hacia otro lado cuando ven. Son ellos y un conjunto abstracto de segregación compuesto de miedo ritual, egoísmo y odio al débil, y el dinero de los impuestos especiales lo que dan lugar que aun hoy haya gente que se veje con porros.